Este pasado sábado, 13 de mayo, la Federación Andaluza de Comunidades (FAC) recuperó las Cruces de Mayo en un acto que tuvo lugar en Sentmenat. Vamos a introducirnos en lo que es la Cruz de mayo, en las calles, las casas y en los pueblos.
Con la primavera en su más alto esplendor, y como un ejemplo más del desbordamiento de nuestros sentimientos, cada año, llega a nuestras entidades la fiesta de la Cruz de mayo.
Mayo es la imagen perfecta del derroche del color, de la luz, de la luminosidad y de la fragancia que siempre nos acompaña, es la conjunción y la armonía del olfato, la vista y el tacto.
Las calles que en Mayo se inundan de flores, flores que engalanan y adornan las Cruces, Cruces que adornan las plazas de nuestras calles y los patios de muchas casas de vecinos que hoy en día algunas siguen llenándose de alegría, de cante, baile, nostalgias e ilusión.
La Fiesta de la Cruz o “cruces de mayo”, paradójicamente y a pesar del protagonismo formal de la Cruz, no siempre implica una celebración de tipo religioso, predominando las funciones lúdicas, festivas y de sociabilidad sobre las funciones religiosas.
Se trata de una tipología de ritual festivo muy común en toda Andalucía presentando una gran diversidad en las formas en las cuales se manifiesta.
El proceso de cristianización de esta fiesta relacionada con la exaltación de la naturaleza, conlleva la atribución de su origen al siglo IV, relacionando el 3 de mayo con la celebración de la Invención de la Cruz, conmemorando el hallazgo en el año 326, cuando el emperador Constantino I, envió a su madre, Santa Elena, a Jerusalén en busca de la Vera Cruz, la cruz en la que murió Jesús.
Una vez allí, Helena convocó a los sacerdotes más sabios para que la ayudaran en su intento de encontrar la cruz, en el Cerro del Calvario, tradicionalmente considerado el lugar de la crucifixión de Jesús, encontró escondidos tres troncos ensangrentados.




Para descubrir cuál era la Vera Cruz, colocaba los troncos uno a uno sobre los enfermos, e incluso muertos, que se curaban o resucitaban al toque de la Vera Cruz. La veneración de la Vera Cruz y el uso de piezas de la Vera Cruz como reliquias., comienza en este momento. Santa Elena murió rezando por todos los creyentes en Cristo para celebrar la conmemoración del día del hallazgo de la Cruz.
Esta celebración católica desaparece tras el Concilio Vaticano II.
No obstante en Andalucía, las primeras referencias de celebraciones de Cruces de Mayo se remontan del siglo XVII, con la aparición de las hermandades en torno al símbolo cristiano de la Cruz. Se celebran en torno al 3 de mayo o principios de mayo, aunque el protagonismo formal de la cruz es más que evidente, se trata de un claro ejemplo de los procesos de cristianización que han sufrido los ritos primaverales relacionados con el culto y el poder simbólico de regeneración que representa la primavera.
Se trata de una fiesta con un fuerte contenido lúdico, donde los espacios públicos, calles, plazas de los pueblos y ciudades, cobran un gran protagonismo, las fiestas están fuertemente relacionadas con la exaltación de la Cruz, a pesar del protagonismo formal del símbolo cristiano por excelencia. El “día de la Cruz” se sigue celebrando en muchos lugares de Andalucía, haciéndose extensible a todo el mes de mayo.
En este enlace podréis ver la galería completa de imágenes del acto.